ASI LLEGÓ A LOS OCTAEDRILES:

Como toda buena obra, este libro llegó a nuestras manos tras una recomendación de Sara Cáceres, amiga de este rincón. Eso mezclado con la añoranza de las lecturas de la juventud, este libro estaba predestinado a ser parte de la biblioteca particular de Los Octaedriles.

RESEÑA:

El primer impacto que se recibe al acercarse a esta entrega de la colección es la portada. Una imagen inquietante de un muñeco de ventrílocuo, tirado y desprovisto de toda vida pero con una expresión que hiela la sangre. El hecho de ser una ilustración, con esos colores vivos, no hace más que potenciar la dualidad de imagen infantil/terror.
Entrando en materia, no hay que perder de vista el público al que va dirigido. Aun tratándose de terror, la colección de Pesadillas busca iniciar en este apasionante género a infantes y adolescentes que quieren tomar contacto con él. Con un ritmo alto, acción desde las primeras páginas y con una extensión relativamente corta, esta primera entrega de las historias del muñeco viviente es casi fugaz. Desde los inicios de la trama, se nos presentarán a las dos hermanas que protagonizarán la historia, salvando a nuestro querido juguete. La rivalidad entre ellas será el perfecto caldo de cultivo para que esa figura inanimada haga de las suyas. Situaciones extrañas, peleas entre ellas, afán de protagonismo,… todos los problemas a los que se puede enfrentar un niño en pleno crecimiento pero con la insinuante sombra de una criatura del mal.
Con una narración fácil y simple, el autor nos presenta momentos bien caldeados y situaciones que nos helarán los nervios si somos capaces de retrotraernos a nuestro infancia. La Colección Pesadillas estuvo presente en muchas infancias, en una serie de televisión y fueron los primeros contactos de muchas generaciones con el terror. Esto se palpa y disfruta con la lectura de esta primera entrega, recuperada por la Editorial Hidra.
Respecto a la edición, es una rústica muy flexible, de tamaño muy cómodo y que cabe en cualquier cartera escolar. El acabado invita a palpar la historia, a pasar con celeridad las páginas y a descubrir qué es lo que está pasando a este par de hermanas.
Desde Los Octaedriles recomendamos su lectura a todo joven que quiera ver de qué va eso del terror y a todo adulto que quiera volver a sentirse niño de nuevo, descubriendo los primeros escalofríos, mirando las sombras de la habitación y esos pasos extraños que resuenan por el pasillo de casa.

NOTA: 7/10