Crónica (tardía) de mi visita a La Feria del Libro de Madrid 2019

Crónica (tardía) de mi visita a La Feria del Libro de Madrid 2019

Buenos días Amantes de la Fantasía,

Parece mentira pero hace ya más de un mes y medio de mi visita a la Feria del Libro de Madrid. Por H o por B, fui dejando pendiente esta crónica y ya es hora de que os la traiga por aquí. Tuve oportunidad de asistir durante un finde (sábado y domingo).

20190722 - Feria del Libro

20190722 - NigromanteEl primero de los días subí con la familia, como ya es tradición. Todos nos regresamos a casa con alguna novedad. Yo hice mis primeras colas para conseguir alguna firmilla. Me estrené esperando en la de Carlos Sisí, media horita no me la quitó nadie. Tenía un par de obras suyas en el punto de mira. Nigromante y Rojo ya descansan en mi cola de lecturas pendientes. Pude intercambiar unas palabras con el escritor y felicitarle por el crowfunding conseguido en el portal de Verkami. Carlos decidió sacar por este medio la siguiente entrega de Panteón. La primera de ellas, premio Minotauro, tuvo una gran aceptación y la podías encontrar en casi cualquier librería o gran superficie.  La mañana tocó a su fin, pero por la tarde me había puesto otro objetivo y necesitaría fuerzas para resistir esa otra cola.
20190722 - Iria_SeleneTras un pequeño receso, regresé a las colas. Me esperaban dos escritoras y su nueva obra. Se trataban de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Mi objetivo era Orgullo del Dragón. ¡Nunca me había tirado tanto tiempo en una cola! La verdad es que no soy mucho de hacer e intento asistir, en la medida de lo posible, a presentaciónes o firmas en otras ferias más de género, pero no quería perder la oportunidad. Tras casi tres cuartos de hora soportando un sol de justicia, pude charlar brevemente con las autoras y hacerme con mi ejemplar dedicado. Siempre es un inmenso placer poder verlas y comprobar en persona la cantidad de gente que mueven. Con esta firma, el día llegó a su fin. Me esperaba una nueva jornada llena de libros.

20190722 - CovaCon nueva energías, me disponía a seguir eliminando libros pendientes. Con un grupo de amigos, regresamos a la feria del libro. Nada más llegar, fui directo a por Monstruosas, una antología de Tinta Púrpura Ediciones. Allí encontré a varias de las autoras, entre ellas a Covadonga González-Pola con la que pude charlar un poco. Digo un poco porque no paraban en ningún momento de vender y firmar. ¡Enhorabuena chicas! Tras ellos, hice mi visita a Fernando, libros de Punto y Coma que lleva tropecientos años subiendo su librería pepinera a la Feria del Libro. Solo le saludé (¡es increible la cantidad de gente que tenía!) ya que puedo disfrutar de sus consejos en Lega. Es uno de mis librerías de referencia y somos ya tres generaciones de mi familia las que le compramos. Proseguí curioseando y atando en corto a la cartera que me conozco demasiado. Aun así, pequé más de lo que me esperaba. Menos mal que llegó la hora de la comida y un poco de descanso.
Con las pilas a tope, quedaban dar una última vuelta a la Feria. Fui a visitar a mi amigo Jesús Mesado que firmaba las dos entregas de El Samurai de Vallecas. Siempre es un orgullo ver a un amigo firmar en la feria del libro. Yo creo que es uno de los grandes hitos que todo escritor/a desea superar: La Feria del Libro de Madrid y Sant Jordi, sin hacer de menos otras grandes citas y eventos. Para finalizar, visité otra de esas librerías de referencia especializada en infantil/juvenil: Serendipias. Allí pude ver como Anabel Botella se movía como pez en el agua como librera (además de una gran escritora). Además, estaba el gran Antonio Martín Morales firmando su novedad con Ediciones DiQueSi: Operación Fénix. Coincidir con Antonio es siempre una pasada, te instala una sonrisa en el rostro y siempre tiene un momento para charlar, y eso que estaba a tope de firmas. También pude charlar un rato con Mariché, editora de Ediciones DiQueSi y socia de Página en Blanco. Otra inyección de buen rollo y alegría. Bueno, me detuve en esta caseta en particular porque buscaba un cuento en concreto. Es cierto que no lo tenía pero el oficio de librera de Elena Martínez Blanco (además de escritora) hizo lo suyo y me acabé llevando otro cuento que desconocía pero que ha sido todo un acierto.

Y así fue mi crónica de esta edición de La Feria del Libro de Madrid. Esperando a la del año que viene porque ya no concibo un año sin pasear en EL Retiro entre Libros y Cuentos.

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