Microrrelato: LUCHA Y LIBERTAD
LUCHA Y LIBERTAD
Otra explosión cercana a su escondite hizo que el joven se
estremeciera. Estaba oculto tras un inmenso cubo de la basura, pero había
entrado en un callejón sin salida. Apenas hacía un instante dos hombres le
abordaron y intentaron obligarle a acompañarles. Se deshizo de ellos usando su
“don” y comenzó una persecución por las calles de esta urbe.
– ¡Quiénes sois!- gritaba desesperado con lágrimas colmando sus ojos – ¡Qué
queréis de mí!
Otra explosión desplazó parte de su escondite. El joven respondió alzando un
escudo invisible en su posición.
– Has de venir con nosotros. Sé razonable y evitemos esta lucha sin sentido –
gritó uno de sus perseguidores – No
pueden existir gente como tú sin control ni formación. Nosotros cuidaremos de
ti y le daremos respuestas a esas preguntas que te acompañan desde siempre.
– No parecéis demasiado amistosos – la ironía del joven no lograba esconder su
temor – Me he desenvuelto bien sin vosotros y vuestra ayuda.
Otra explosión destruyó su defensa…¡no quedaba defensa alguna!
– De acuerdo, salgo – dijo el joven mostrando sus manos por un lateral de su
escondite.
Cuando estuvo frente a ellos, cerró un
momento los ojos y emitió una llamarada gritando: ¡Libertad!
estremeciera. Estaba oculto tras un inmenso cubo de la basura, pero había
entrado en un callejón sin salida. Apenas hacía un instante dos hombres le
abordaron y intentaron obligarle a acompañarles. Se deshizo de ellos usando su
“don” y comenzó una persecución por las calles de esta urbe.
– ¡Quiénes sois!- gritaba desesperado con lágrimas colmando sus ojos – ¡Qué
queréis de mí!
Otra explosión desplazó parte de su escondite. El joven respondió alzando un
escudo invisible en su posición.
– Has de venir con nosotros. Sé razonable y evitemos esta lucha sin sentido –
gritó uno de sus perseguidores – No
pueden existir gente como tú sin control ni formación. Nosotros cuidaremos de
ti y le daremos respuestas a esas preguntas que te acompañan desde siempre.
– No parecéis demasiado amistosos – la ironía del joven no lograba esconder su
temor – Me he desenvuelto bien sin vosotros y vuestra ayuda.
Otra explosión destruyó su defensa…¡no quedaba defensa alguna!
– De acuerdo, salgo – dijo el joven mostrando sus manos por un lateral de su
escondite.
Cuando estuvo frente a ellos, cerró un
momento los ojos y emitió una llamarada gritando: ¡Libertad!
Nota: Enviado para el X Aniversario de la web Espada y Brujería