Reseña: «Kobold, El Señor de las Cadenas» de Alfredo Álamo

Título: Kobold, El Señor de las Cadenas


Autor: Alfredo Álamo
Editorial: Torre de Marfil
Colección: El Puente del Trol
ISBN: 9788493853556
Edición: Rústica  / 261 págs
Ilustración de Portada: Pablo Uría
Precio: 18,00 €

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SINOPSIS:

«Kobold, un mercenario errante, descubre que alguien ha puesto precio a su cabeza. 100 dragones. Una cantidad demasiado elevada capaz de atraer a todos los asesinos de las siete ciudades. Y de despertar la curiosidad de quien se ha convertido en la presa más codiciada a lo largo y ancho del mundo. Junto a Caëthar, el último sacerdote de Koth, la joven Laëna, que esconde más de lo que muestra, y su hijo Bakol comenzará un peregrinaje en busca de respuestas. Un camino durante el que despertarán a espíritus y demonios que llevan siglos encadenados y en el que descubrirán que, en ocasiones, la venganza se cobra un precio muy alto.»

RESEÑA:

En primer lugar tenemos que abordar la edición que tenemos en nuestras manos. Se trata de una obra maquetada en rústica con una portada que nos deja entrever lo que nos espera. En ella podemos ver a Kobold y al fondo de la figura principal, la dualidad que podremos vislumbrar al acercarnos a él. Además, las salpicaduras de sangre nos promete acción y de la buena. Todo ello y más lo tendremos porque estamos ante una de las obras que más me ha gustado leer en este año. Pero vayamos por partes.
Alfredo nos presenta desde las primeras hojas un mundo duro y violento, sin medias tintas, cruel. Así es como el escritor con su forma de narrar nos hace sentir desde el mismo instante en que nos embarcamos en la historia. En ella nos deposita y nos pone en el pellejo de Kobold, un errante con un pasado oscuro y misterioso. Pronto se ve que este personaje será el eje de nuestro viaje y que su fuerza será la que de vida a toda la novela. Aunque esto pueda parecer un handicap, ni mucho menos. El autor nos presenta a distintos personajes que serán fundamentales durante toda la trama aunque iremos viendo poco a poco su importancia. Todos ellos poseen un halo que envuelve a esta historia en una oscuridad acorde con la trama. El clima de la novela, el dinamismo de la narración y la acción que destila la obra hace que su lectura sea un viaje trepidante que nos parecerá corto al llegar a nuestro destino. Esto para mí fue motivo de alegría y de amenazas silenciosas hacia el autor masculladas entre dientes. Me quedé con ganas de más Kobold y de conocer más sobre esa tierra tan cruel, aunque he de reconocer que el final me gustó de sobremanera.
Los acontecimientos que vivamos en sus páginas nos harán odiar y entender a Kobold, o al menos, entender su racionamiento. Preparaos para una historia que os atrapará.
Desde nuestro rincón la recomendamos ENCARECIDAMENTE pues nos ha deleitado y animamos a Alfredo a ofrecernos más dosis de esta dura historia.