Reseña: Los crímenes del ajedrez de David J. Skinner

Cuatro terribles crímenes, sin relación aparente entre ellos excepto las piezas de ajedrez encontradas en todos los escenarios, harán que tres personas completamente distintas, cada una con su propia motivación, se vean inmersas en una trama más retorcida de lo que podrían haber imaginado.

Andrés Núñez, un inspector de la policía ex alcohólico, se encontrará absorbido por el caso, mientras lucha contra sus propios demonios.

Fernando Roca, el comisario al cargo dentro de la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial, deberá encontrar al culpable antes de que sus superiores decidan usarle como cabeza de turco.

Carlos Sanz, periodista y fotógrafo, estará dispuesto a hacer cualquier cosa para obtener el reconocimiento que, tras muchos años de profesión, está finalmente consiguiendo gracias a los recientes asesinatos.

¿Serán capaces entre todos de descubrir al asesino y detener los horribles crímenes? Y, ¿qué precio deberán pagar para hacerlo?

Hoy os traermos una obra de misterio de un amigo y compañero de mil batallas. A David te lo puedes encontrar en muchos de los saraos en los que nos metemos y siempre es un placer compartir charlas y opiniones. Hemos tenido la fortuna de moderar alguna mesa con este escritor y siempre aporta una visión positiva en la que seguir creciendo. Tras estas pocas palabras sobre el autor, nos centramos en este pequeño análisis de la primera obra suya que hemos podido abordar.
En relación a la portada, creada por el propio autor, se nos presenta una composición de elementos que nos ponen en situación. Con un toque difuso en la propia imagen, podemos observar un cuchillo, unas piezas de ajedrez sobre un tablero y,… sangre, bastante sangre.
Respecto a la trama, como el propio título nos adelanta, nos veremos en plena investigación de una serie de asesinatos. Estos tienen una peculiaridad. En la escena del crimen siempre hay una pieza de ajedrez. Esto lleva a que los responsables de la investigación sean instigados desde los medios y las instituciones para que resuelvan con rapidez este caso que les trae de cabeza. Hasta aquí el punto de partida. El autor nos ha dado tres prismas diferentes desde los que veremos progresar la investigación. Cada uno de ellos con sus propios intereses y nos permitirán ir desgranando cada aspecto de los crímenes. La existencia de este tres protagonistas y la acciones narradas a través de sus vivencias, harán que la historia avance con diferentes ritmos y hacia lugares muchas veces antagónicos. Por cada luz, se crean dos sombras. Aun siendo una historia corta en extensión, se aborda con mucha riqueza de matices y lecturas. Ese es uno de los mayores peros, la duración. Tanto el ritmo narrativo, que es muy ligero y rápido , como la extensión de la obra, hará que no dure demasiado por lo que recomendamos paladear tanto la trama como su evolución.
Como conclusión, os recomendamos esta obra de David y seguiremos sus pasos, probando alguna que otra de sus obras

NOTA: 8 / 10

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