FURIA Y PERDÓN Aumentó la presión en su cuello y fue entonces cuando lo vio. El deseo que despertaba en ella el olor a muerte, incluso aunque se tratara de la suya propia. Hipnotizado, Tanis siguió proporcionándole lo que ella con su silencio tanto demandaba. Las espadas y los filos cortantes hacían rato que habían acabado desperdigados entre los cuerpos batientes. En medio de una […]