Lupus in Fábula: Hazte un Cine:Los Juegos del Hambre by Rodrigo Rol

Lupus in Fábula: Hazte un Cine:Los Juegos del Hambre by Rodrigo Rol
LOS JUEGOS DEL HAMBRE by Rodrigo Rol

«¿Os acordáis de la gloria del Imperio Romano? Los pueblos soberanos derrotados por su ejército.
El cabreo de Julio César por tantos años de resistencia de las comarcas extranjeras a ser ocupadas, digamos por las buenas, provocó que frecuentemente algunos miembros de estos pueblos –adoptados con posterioridad por Roma- participasen de un juego de lo más peculiar en el que se jugaban, nada más y nada menos que su vida, ante el disfrute del emperador y los ciudadanos libres de la capital.
Se llamaron “gladiadores” y el Coliseo fue el escenario de la lucha por la supervivencia, tan solo de uno.
Esa historia, con idénticos matices, se repitió este sábado en el estreno de Los juegos del hambre, donde la América de un futuro de posguerra se compone de 13 distritos. 12 de ellos prisioneros de la regencia del número 13, que soliviantado por la sublevación de los antiguos estados contra el Capitolio, fuerza a los nuevos distritos a participar anualmente en una lucha en plan “castigo” para que nunca olviden quien es el que manda y que la rebelión no regrese.
Dos jóvenes de cada uno de los 12 distritos, entre 12 y 18 años, son obligados por sorteo a participar en un juego en el que asesinaran a sus compañeros o serán asesinados, hasta que solo quede uno.
Desde el punto de vista social y emocional se hace bastante entretenida. Toda la película estuve esperando esos momentos predecibles, pero deliciosos, en los que los ciudadanos comienzan de nuevo a tener indicios de revuelta contra el poder, mientras unos pobres niños se matan entre ellos como si estuviesen ya carentes de toda humanidad.
El escenario no es el Coliseo, es un páramo, oportunamente preparado por el distrito 13 con toda clase de artificios de alta tecnología y cámaras para ser retransmitido a lo reality show. Este páramo representa toda la injusticia del Capitolio, pues todo lo que ahí ocurre no es fruto del azar, sino de calculados movimientos de directivos y espónsores con el único fin de llevar el juego por la senda que más les apetece.

Esta y otras injusticias, pronto acabaran por dejar los planes del Capitolio en evidencia ante todos los espectadores.
Personalmente, hubiera agradecido un poquito más de ritmo en la película. En ocasiones se me hizo lento el transcurrir del argumento que, sin embargo, en determinados momentos hace lo contrario y acelera demasiado.
Pero voy a darle un respiro, porque se me hace necesario esperar a que la saga termine –como hemos hecho con otras míticas trilogías- para ver si su energía explota en las siguientes entregas y nos brinda un buen clímax.
Recomiendo verla, no por su “casquería” y su sangre, y si por sus emocionantes momentos de reflexión y lucha moral.
«